Le tour du Léman - Julio 2015 -


Hace tiempo que veníamos pensando en hacer una escapadilla en bici así que hemos aprovechado que tenemos cuatro días libres para dar la vuelta al lago Lemán, entre Francia y Suiza, que nos pilla "al lado", seguir descubriendo un poco más la región y conocer las ciudades a la orilla del lago.

Lo cierto es que viajando en bici uno está bastante más limitado a la hora de visitar las ciudades respecto a la manera a la que estamos acostumbrados, ya sea porque los accesos en bici no son igual de fáciles que a pie o porque a cada parada hay que buscar un sitio adecuado donde tener las bicis y el equipaje bajo control.

En cualquier caso, una experiencia recomendable que, sin duda, repetiremos.

Comenzamos la ruta desde el lado francés, cerca de Ginebra, para recorrer el lago en sentido horario. La mayor parte del camino, tanto en el lado francés como en el suizo, está señalizado. De todas formas, tomando como referencia la orilla del lago, es prácticamente imposible desorientarse y salirse de la ruta.

Lo de los carriles-bici es otra historia. Si bien es cierto que durante la mayor parte del recorrido se ofrecen alternativas a las carreteras nacionales, por rutas con menos tráfico, el recorrido completo sobre carril-bici está bastante lejos de estar finalizado.



Bicis y maletas listas... ¡vamos allá!



Entramos en territorio suizo y llegamos a Ginebra donde encontramos "el chorro de agua", uno de los emblemas de la ciudad.





Dejamos atrás Ginebra y seguimos bordeando el lago. Aunque la mayor parte de la orilla está edificada, y los pueblos y ciudades se suceden unos a otros, por el camino se puede disfrutar de algún que otro rinconcillo campestre como este.





En Saint-Prex, uno de los pueblecillos donde hemos parado, había una exposición de fotografías entre las que estaba esta de aquí debajo; un curioso fenómeno que se observa en ocasiones en la orilla del lago durante el invierno: la formación de capas de hielo por "superenfriamiento" de las gotas de lluvia. No sé cada cuanto ocurrirá esto pero ¡fijaos en la diferencia con el aspecto que tiene el paseo en verano! :)





El puerto de Ouchy, en Lausana, por donde ya hemos pasado en otra ocasión :)



Dejamos atrás Lausana y seguimos pedaleando entre los viñedos de Lavaux, patrimonio de la Humanidad. En el pueblo de Grandvaux encontramos esta estatua de Corto Maltés, dominando una impresionante vista sobre los preciosos viñedos, con el lago y los Alpes de fondo.



Una de las particularidades de los viñedos de Lavaux es que se encuentran sobre laderas de gran pendiente, en terrazas, lo que dificulta bastante la tarea de la vendimia. Para solventar este problema los locales se las han ingeniado construyendo una especie de funiculares sobre raíles que permiten transportar la uva hasta lo alto de las laderas.



Un merecido baño para acabar esta calurosa jornada. El agua no está tan fría como parece ;)



Vevey, lugar donde Charles Chaplin pasó los últimos años de su vida...



...y donde podemos encontrar otras expresiones artísticas como este curioso tenedor pinchado en el lago.





Montreux, patria de acogida de Freddie Mercury, y donde tiene lugar uno de los más importantes festivales de Jazz a nivel internacional



...y, no demasiado lejos, el castillo de Chillon



Seguimos rodeando el lago. Ya casi de vuelta al lado francés, cruzamos la desembocadura del Ródano sobre el lago Léman.



Llegamos a Evian, conocida por sus aguas medicinales. No perdemos la ocasión de parar a llenar la cantimplora en el manantial con la esperanza de rejuvenecer unos años ;)





Para finalizar este "tour du Léman", visitamos la villa medieval fortificada de Yvoire, el pueblo más bonito de todos los que hemos atravesado en este viajecillo.



¡Prueba superada! Hemos pasado un poco de calor pero ha merecido la pena, ¿no creéis?





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